La semana pasada, un cliente,
al cual le habíamos llevado su divorcio, acude al despacho para que le
llevásemos su despido. Cuando le dijimos que esa especialidad en concreto no la
llevábamos en el despacho, ya que estábamos especializados en herencias y
divorcios, no lo entendía. Nosotros le
dijimos que debería acudir a un despacho especializado en derecho laboral, para
que su asunto se lo llevasen con la máxima garantía de éxito. Repetía, una y otra
vez, que confiaba mucho en nosotros y que si éramos abogados no entendía por
qué no le podíamos llevar su despido. La explicación que le tuvimos que dar fue
la siguiente: En derecho, al igual que en medicina, hay muchas especialidades; hay
abogados especialistas en derecho laboral, en derecho penal, en derecho
administrativo, en derecho de familia…; y en medicina hay médicos especialistas en
traumatología, neurología, psiquiatría,
dermatología… Así, cuando tenemos un problema de piel acudimos a un médico
especialista en dermatología, si nos rompemos una pierna nos vamos a un
traumatólogo, y si tenemos problemas psiquiátricos a un médico especialista en
psiquiatría… Sin embargo, cuando tenemos algún problema jurídico, por regla
general, acudimos a cualquier abogado, sin saber si es especialista en el caso
concreto que queremos solucionar. Y eso es un craso error, ya que dependiendo del
asunto a tratar, deberíamos escoger un abogado de la especialidad
correspondiente, así si es un despido, deberíamos acudir a un abogado especialista
en derecho laboral, si es un homicidio deberíamos ir a un abogado penalista o,
si por ejemplo queremos divorciarnos o queremos liquidar una sociedad de bienes
gananciales deberíamos acudir a un abogado especialista en derecho de Familia.
Lo que nunca deberíamos hacer es acudir a un abogado generalista, ya que hay
que desconfiar de aquellos profesionales que llevan asuntos de todo tipo –penales,
civiles, laborales…- dado que es imposible saber de todo, al igual que nunca
acudiríamos a un médico generalista para solucionar un problema psiquiátrico.
Autor: Antonio
Ucha
Abogado
especialista en Familia y Sucesiones
No hay comentarios:
Publicar un comentario